Heidy Hernandez

¡Hola! Soy Heidy Hernández, tengo 28 años y soy una apasionada de los idiomas. He tenido la oportunidad de viajar mucho, y lo que más me fascina de cada destino es poder vivir la experiencia como una local. Por eso, siempre intento aprender el idioma del país o la ciudad que visito, lo que me ha permitido sumergirme realmente en su cultura y conectarme mejor con las personas.

Aprender idiomas ha sido una parte esencial de mi vida, y con el tiempo he descubierto que la mejor forma de hacerlo no es con métodos aburridos, sino integrando el nuevo idioma en mi día a día de manera natural y divertida.

Esa es precisamente la razón por la que quiero enseñar a otros: demostrar que aprender un idioma no tiene por qué ser difícil ni monótono. Con el enfoque adecuado, puede convertirse en una experiencia emocionante y enriquecedora que nos abre puertas a nuevas culturas, oportunidades y formas de ver el mundo.

Además de mi amor por los idiomas, soy diseñadora de modas, otra de mis grandes pasiones. Mi carrera me ha permitido explorar mi creatividad y conocer diferentes tendencias en distintas partes del mundo. He tenido la increíble oportunidad de vivir en ciudades icónicas como París, Nápoles y varias ciudades de Estados Unidos, lugares que han influenciado no solo mi estilo de vida, sino también mi forma de aprender y ver el mundo.

Cada país en el que he vivido me ha dejado algo especial. En París, por ejemplo, me enamoré del arte, la moda y la elegancia que caracteriza a la ciudad. Aprender francés no solo me ayudó a comunicarme mejor, sino que también me permitió entender la cultura desde dentro y apreciar su forma de ver la vida. En Nápoles, experimenté la calidez de su gente, su gastronomía increíble y la pasión con la que viven el día a día. Allí, aprender italiano no fue solo una herramienta de comunicación, sino una forma de conectar con las personas y sentirme parte de su comunidad. En Estados Unidos, descubrí la diversidad cultural y la importancia del inglés como idioma global, lo que me abrió muchas puertas tanto personales como profesionales.

Todo esto me ha llevado a desarrollar un método de aprendizaje basado en la inmersión y la cotidianidad. Creo firmemente que la mejor manera de aprender un idioma es viviéndolo, incorporándolo a nuestra rutina diaria y haciéndolo parte de nuestras experiencias. No se trata solo de memorizar reglas gramaticales, sino de aprender a pensar y expresarse en el idioma de manera natural.

Por eso, quiero compartir mi experiencia y ayudar a otros a aprender de forma auténtica y efectiva, tal como lo hice yo. Si alguna vez has sentido que aprender un idioma es complicado o aburrido, te aseguro que hay una manera más divertida y práctica de hacerlo. ¡Estoy emocionada de acompañarte en este viaje de aprendizaje y ayudarte a descubrir el placer de hablar nuevos idiomas!